
¿Ha llegado la hora de dejar Google Chrome?
Google Chrome es el navegador más usado del mundo. Quizá eso ya lo sabías, pero puede que no te hayas parado a pensar en qué implica eso para su desarrollador. Actualmente, el navegador web se ha convertido en la principal herramienta de muchos. Ya no solo sirve para abrir sitios de Internet, sino para acceder a plataformas y aplicaciones en la nube. Por eso, la guerra de los navegadores es tan cruenta.
Hay un montón de cosas que me gustan de Google Chrome. Por ejemplo, me encanta su interfaz minimalista y el hecho de que no esté saturada de botones y opciones. Por otro lado, cuenta con un servicio de sincronización excelente, haciendo que usarlo en todas las plataformas sea muy conveniente. Incluso ahora viene con Google Lens integrado.
Además de lo anterior, incluye herramientas bastante útiles. Sin ir más lejos, su gestor de contraseñas permite almacenar passkeys. Así las puedes tener en cualquier dispositivo, siempre que hayas instalado Chrome. Finalmente, creo que es un navegador decente en términos de rendimiento (aunque hay formas de optimizar Chrome). No me obsesiona el consumo de RAM, ya que tanto Windows como macOS la gestionan muy bien.
No obstante, todos estos puntos positivos se ven ensombrecidos por algunas polémicas asociadas a Google Chrome. Aquí tienes algunos ejemplos:
- Modo incógnito poco privado. Uno de los principales problemas de Chrome es la falta de privacidad. Esto es así incluso cuando se navega en modo incógnito, tal y como explica Wired. Al parecer, la compañía no ha sido del todo clara con los datos que recopila en este tipo de sesiones.
- La llegada de Manifest V3. Este manifiesto es el que regula el funcionamiento de las extensiones. Con esta nueva versión, se limita mucho la actuación de extensiones como los bloqueadores de anuncios. Cierto es que la seguridad de cara al usuario se ve reforzada, pero también se protege el negocio publicitario de Google.
- Rastreo exhaustivo del usuario. La navegación web es una de las fuentes más suculentas para perfilar a los usuarios. Cuando usas Chrome, Google sabe exactamente qué haces en Internet. No solo conoce las URL que visitas, sino cómo interactúas con los sitios web.
- Abuso de posición dominante. La última razón para dejar Google Chrome es que, poco a poco, se ha convertido en un monopolio dentro de la web. Esto da un enorme poder a Google para influir en el desarrollo de los estándares web. También evita que otros navegadores que no usan su tecnología lo tengan más difícil.
En los siguientes apartados analizo las que, bajo mi punto de vista, son las mejores alternativas para dejar Google Chrome. Estoy seguro de que entre ellas vas a encontrar tu nuevo explorador.
Mozilla Firefox, atacando el dominio de Chromium
Google Chrome no solo domina como navegador. Su tecnología subyacente, la que se desarrolla al amparo del proyecto Chromium, también acapara Internet. Este proyecto es de código abierto, lo cual ha provocado que la mayoría de las empresas lo usen para construir sus navegadores. Brave, Vivaldi, Edge, Opera... simplificándolo mucho, todos ellos son un Google Chrome con un disfraz alternativo. A pesar de su naturaleza abierta, Google domina el desarrollo de Chromium.
Es por eso que Mozilla Firefox se ha convertido en un símbolo de resistencia en Internet. Junto con Safari, es el único que apuesta por un motor renderizado distinto a Blink (Chromium). Firefox utiliza Gecko. Aunque muchos sitios web se desarrollan pensando únicamente en Chrome, lo cierto es que la compatibilidad de Firefox es muy buena.
En cuanto a características, creo que no le falta nada relevante. Tiene una excelente interfaz, cuenta con sincronización de datos entre dispositivos y dispone de aplicaciones móviles. A pesar de que Mozilla ha tomado algunas malas decisiones, creo que es un navegador muy competente, de código abierto, centrado en la privacidad y con soporte a extensiones Manifest V2.
Lo mejor
- De código abierto y centrado en la privacidad.
- Tiene una buena interfaz de usuario.
- Compatibilidad alta con todos los sitios.
Lo peor
- La principal financiación de Mozilla es el pago que hace Google para ser el buscador predeterminado.
- Tarda mucho en incorporar ciertas novedades. Por ejemplo, actualmente no permite instalar PWA.
- Su rendimiento a veces no está muy bien optimizado.
- Sus apps móviles son mejorables.
Vivaldi, navegador Chromium desarrollado en Europa
Entramos de lleno en el mundo Chromium. Uno de los navegadores que he estado usando últimamente y que más me ha gustado es Vivaldi. Lo primero por lo que destaca es por ser uno de los pocos navegadores desarrollados en Europa. Así que si estabas buscando una alternativa alejada de los Estados Unidos, este explorador es un buen punto de partida.
Por otro lado, destaca por tener una interfaz altamente personalizable. De hecho, hasta integra un editor de temas muy completo. Tiene sincronización entre dispositivos y unas aplicaciones móviles muy buenas. Por si fuera poco, integra un cliente de correo y calendarios, por si eres de aquellos a los que les gusta tenerlo todo en el mismo sitio.
Lo bueno
- Interfaz muy personalizable.
- Compatibilidad con extensiones de Chrome.
- Unas aplicaciones móviles excelentes.
- Bloqueador de anuncios integrado con soporte a filtros personalizados.
Lo malo
- Su rendimiento me ha parecido inferior al de Chrome y Edge.
- La configuración inicial requiere algo de tiempo.
- Incluye un filtro que impide el bloqueo de anuncios de sus socios (no avisa de ello).
Microsoft Edge, rendimiento excelente en Windows
Microsoft Edge es el navegador que tienes en tu ordenador con Windows, pero que también puedes instalar en Linux o macOS. En lo personal, creo que Microsoft está haciendo un trabajo loable con su navegador, especialmente con la versión para Windows.
Lo que más me gusta es que su rendimiento es excepcional. Es un navegador altamente integrado en Windows y, además, destaca por ser eficiente. Además, permite instalar cualquier extensión de Chrome y dispone de bastantes herramientas útiles: mejora de vídeo, bloqueo de scamware, Copilot, editor de imágenes y más.
Lo bueno
- Tiene un rendimiento muy optimizado en Windows, así como una profunda integración con el sistema.
- Las aplicaciones móviles de Edge son excelentes. De hecho, en Android ahora soporta extensiones.
- Alta compatibilidad con cualquier sitio web o servicio.
Lo malo
- Con tantas herramientas incluidas, su interfaz está un poco saturada.
- Incluye funciones poco deseables, como un buscador de cupones.
- En cuanto a privacidad, tus datos van a parar a Microsoft en vez de a Google.
Brave, privacidad reforzada para navegar
Brave es un navegador centrado en la privacidad. De hecho, uno de sus puntos fuertes es su bloqueador de rastreadores y anuncios, con soporte para filtros personalizados. Además, incorpora una serie de servicios bastante útiles, como un lector RSS (Brave News) o una plataforma de videollamadas.
Personalmente, he utilizado Brave durante mucho tiempo (ahora estoy con Firefox). La sensación que he tenido es que es como usar Chrome, pero sin el seguimiento de Google. No obstante, la compañía que hay detrás también es una empresa de publicidad que no siempre ha jugado limpio (ver esto y esto). También incluye algunas opciones relacionadas con las criptomonedas.
Lo bueno
- Es básicamente Chrome con privacidad reforzada.
- Su bloqueador es excelente.
- Las aplicaciones móviles de Brave funcionan de maravilla.
Lo malo
- Incluye demasiadas herramientas innecesarias (aunque la mayoría se pueden desactivar por completo).
- La empresa que lo desarrolla se ha visto envuelta en varias polémicas.
Los navegadores alternativos menos conocidos
Las anteriores son mis propuestas para dejar Google Chrome. No obstante, también he estado probando muchos otros navegadores que son menos conocidos. Por ejemplo, tienes Zen Browser, una bifurcación de Firefox con un montón de opciones de personalización. También está DuckDuckGo Browser, si buscas privacidad y te vale con un explorador sencillito. Otro que también podrías probar es Opera (y sus distintas versiones).
Finalmente, si estás dentro del ecosistema de Apple, siempre tienes Safari. Personalmente, no es el navegador que más me gusta. Al usarlo, me he encontrado con errores e incompatibilidades. Asimismo, creo que su interfaz es bastante caótica. No lo recomiendo para un uso muy intensivo, pero sí que es idóneo para usuarios ocasionales debido a su eficiencia.
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